
El mundo no dejará de sorprenderme: a través de un antiguo contacto, recibí un mail para apuntarme a un curso un tanto extraño. Por defecto profesional, miré el pie del mail esperando encontrarme alguna de las plataformas que ya conozco (que sin ser todas, son unas cuantas).
Para mi sorpresa… No me sonaba de nada. Me encontré el nombre de un tal Simplero. ¿Qué es Simplero?
Eché un vistazo y… La cosa prometía.
Una plataforma todo en uno que permitía crear una web, captar registros, automatizar… Todo en uno.
Y a un precio muy competitivo.
Lo primero que miro, para hacer una criba rápida es:
Diseño / estilo. Cuando la web de la propia empresa está mal (sobre todo si esa plataforma tiene un editor), ya me asusto y dejo de mirar. La de Simplero, respira estilo y buen hacer.
Merece la pena echar un vistazo a la web de ejemplo que han creado (algo que suelo hacer: no me cuentes lo que sabes hacer en tu página, enséñame ejemplos creados con tu plataforma)
Funcionalidades. Lo siguiente en mi lista: ¿qué dicen que pueden hacer? En este caso, me sorprendió todo lo que prometían:
Básicamente: CMS, marketing automation (echa un ojo al directorio), CRM, venta de infoproductos, gestión de cursos online… Echa un ojo a las características.
Precio. Y, por supuesto, el precio. ¿Cuánto nos costará al mes para un uso razonable? Por muchas funcionalidades que tenga y muy bonito que sea todo, pocos negocios, sobre todo si están empezando, pueden permitirse pagar más de 100€ al mes. Aquí están los precios (entra en su web para asegurarte de que están actualizados, claro):
En el plan más barato nos falta la venta de productos (creo que es esencial) y la opción de tener sitios de “membership” (vamos, área privada para usuarios). Se queda un poco corto, pero si lo que quieres es una web, un blog, captación de emails, CRM y automatización, es suficiente.
De todas formas, lo que creo que hace especial a Simplero es el poder tener tus propios cursos y productos para vender en la misma plataforma.
(Ya sabéis que no suelo convertir los precios de dólares a euros. El tipo de cambio varía a cada poco y, a ojo, es una conversión fácil de hacer).
Bueno, todo prometía: ahora es cuando llega el momento de la verdad. Para hacer una review pruebo el trial por un tiempo, porque para juzgar cualquier plataforma:
Así que: ¿cumplirá Simplero las expectativas?
Vamos allá.
Para esta prueba, me he dado de alta en la versión intermedia “Launch”, que ofrece la posibilidad de crear cursos y vender productos. La versión básica es igual, pero sin estas (y otras menos importantes) opciones.
Tabla de contenido
Nombre: | Simplero |
Creador: | Powerful Through Grace |
¿Para qué se usa? | Plataforma todo en uno: creación de web, blog, automatización, cursos, venta de productos digitales, programa de afiliados y CRM. |
Modalidad: | SaaS (software como servicio) |
¿Versión Gratis? | No |
Precio de entrada | Unos 38 € (41 $) al mes por 2.500 suscriptores, con envíos ilimitados y multitud de integraciones (en modalidad de pago anual). La versión «interesante» es la intermedia, a 100$ por mes. |
Simplero se presenta como una plataforma de Marketing todo en uno. Una en la que podemos:
En definitiva, todo lo que puedes necesitar como un creador independiente, como una empresa que vende formación e incluso como un e-commerce de productos digitales.
Así de sencillo:
Como decía, las opciones más avanzadas sólo están disponibles a partir del nivel intermedio de pago.
Si empiezas de cero, creo que Simplero es una muy buena opción para tener de todo, a un precio reducido.
Si ya tienes tu web montada en WordPress y quieres empezar a usar Simplero para vender cursos y productos, también puedes.
Además, ofrecen un servicio premium que puedes contratar por horas, donde expertos de Simplero te hacen el trabajo duro.
Darse de alta para la demo es muy fácil.
Sí, siempre lo es, pero aquí el proceso es incluso más rápido de lo normal. Antes de que te des cuenta, respondes a unas pocas preguntas y ya estás en el aire.
En el dashboard tienes 3 opciones principales: crear tu sitio, construir tu lista y lanzar tu producto.
En el menú de la izquierda, vemos todas las opciones:
Vayamos por partes, esto es lo que vamos a hacer:
Es un CMS visual, más que competente y muy completo.
Los campos de configuración tienen de todo, incluyendo hasta la opción de poder rellenar los perfiles sociales, añadir códigos de seguimiento (Google Analytics y demás, tanto en el body como en el header), nos deja definir la lista de emails que queramos por defecto…
Una vez que hemos rellenado los campos principales, podemos empezar a editar visualmente nuestra web (en realidad, podíamos desde el principio, pero en la vida es mejor seguir un orden 😉 )
El funcionamiento es por módulos, en el menú de la izquierda podemos añadir los módulos que nos interesan y en la derecha los editamos visualmente.
Tenemos opciones muy, muy interesantes como:
Los módulos vienen con un estilo por defecto, puedes tocarlo para convertirlo en lo que te dé la gana, incluso horteradas como esta:
¿Qué módulos hay?
Muchos, algunos de ellos:
Podemos también personalizar fácilmente nuestra plantilla, añadir logo a la cabecera, elegir fuente…
Vamos, que lo esencial para construir una web y un blog, está más que cubierto. Y más allá de lo esencial, tiene cosas avanzadas y todas muy, muy fáciles de usar.
Además, el proceso está muy bien indicado, para que podamos ir paso a paso y no nos perdamos.
Y ahora, vamos a ver el blog.
El blog no viene activado por defecto, pero se hace en un momento y ya podemos empezar a crear contenido.
El editor es, como era de esperar, visual. Podemos usar html también (para insertar vídeos y cosas así).
Comparado con WordPress se queda corto (como es lógico), pero con el poco uso que le he dado, yo diría que puede cumplir.
Los posts no quedan demasiado vistosos, aunque puedes maquetar bastante.
Me da un poco de “pena”, porque si tuviera algunas funciones extra y se integrara mejor con el resto del sistema, podría ser la leche.
Para insertar los formularios, podemos hacerlo a partir del código. No es una solución perfecta, pero cumple.
Además, podemos importar todo desde WordPress:
Es el punto más flojo de Simplero. Como editor sencillo cumple más que de sobra, pero viendo el resto de opciones de la plataforma, se queda un poco corto y nos puede acabar limitando.
En el menú de la izquierda, podemos ir a “Lists” (listas) y crear nuevas listas o editar la existente (nos crea una por defecto).
Podemos editar los formularios, los campos de la lista y básicamente todo lo que queramos:
Configurar cómo lo mostraremos:
Y hasta bajo qué condiciones, como en cuanto cargue la página, cuando hagan scroll o cuando estén a punto de marcharse:
E incluso a quién se lo vamos a mostrar, dándonos la posibilidad de no mostrarlo a los que ya estén en nuestra base de datos o mostrando el formulario sólo en móvil o sólo en escritorio:
Una opción que me hace gracia, sobre todo por lo fácil que es, es la de dejar estos formularios siempre destacados en un miniteaser en una esquina de la web:
Cuando alguien se suscribe, tienes una completísima ficha en la que ves a qué listas se ha suscrito, qué incidencias ha tenido o cuánto se ha gastado en tu plataforma:
Podemos crear una landing completa, con lo que nos ahorraríamos un Leadpages o similar.
Este es un ejemplo que hice en 3 segundos (como veis, ni cambié todo el texto):
El sistema es muy flexible, rápido y sencillo. Por faltar… Diría que faltan plantillas, pero claro, ahí es dónde un competidor especializado tiene las de ganar.
Vamos a la chicha: hasta ahora, lo que ofrece Simplero me parece muy competente. No es tan diferencial, pero sí muy bien empaquetado, muy usable, muy bien explicado todo y muy rápido en su funcionamiento.
Ahora vamos a ver cómo se pueden crear cursos con Simplero.
En primer lugar, ve a “Website” y luego elige “Courses” (sí, el creador de cursos está dentro del gestor de la web):
Al crear un curso podemos definir un poco de todo, darle una descripción, una imagen, y elegir cosas como si permitiremos comentarios o no, o que no se pueda pasar a una lección sin terminar la anterior.
Podemos hacer el curso disponible para todos o sólo para los que hayan comprado un producto.
Podemos crear tests:
Y, por supuesto, automatizar distintas acciones en función de lo que haga el usuario.
Y una función que me ha parecido esencial y muy chula, worksheets, hojas donde poner deberes, que pueden ser, responder unas preguntas, subir un archivo o lo que sea:
El resultado es sencillo y limpio, un menú con las lecciones creadas:
Y dentro de cada lección, podemos dejar vídeos (subidos por nosotros o de YouTube), archivos en PDF o lo que queramos:
Además de poder hacer tests o quizzes a modo de exámenes:
En fin, la parte de cursos, siendo conscientes de que conozco pocas plataformas en este sentido con las que comparar, me ha parecido muy sencilla e intuitiva.
Aquí va el negocio.
Puedes crear productos de todo tipo, de suscripción o de venta directa, que se paguen con dinero o con una moneda que te inventes:
Tendrás que añadir tu medio de pago (Stripe, PayPal vienen directamente integrados. También puedes añadir otros 60 a través de Spreedy). También puedes incluir otros de forma manual (tipo transferencias bancarias).
Puedes crear cupones:
Vamos, tienes todas las opciones para poder empezar a vender, ya sea suscripciones, PDFs, acceso a cursos… Tanto con moneda «real» como con moneda virtual.
Esta opción es la siguiente derivada, podemos dejar el sitio abierto, dar permiso a los usuarios que queramos o a cualquiera que tenga una cuenta de Simplero (o abierto a todo el mundo sin login).
La web tiene su propia url y podemos editar todo, además de añadir cursos, recursos, y puedes darle acceso a los usuarios que hayan comprado algo o que pertenezcan a una lista concreta.
Piensa en esto como una web privada dónde podrías tener a tus mejores clientes o usuarios VIPs.
Tiene los típicos triggers, reglas y demás. Pero una ventaja muy, muy grande: al tener todo integrado en la misma plataforma, podemos hacer de todo:
Acciones que lancemos que pueden ir desde cuando alguien acabe una lección, complete un examen, haga click en un enlace o le asignemos una etiqueta concreta.
Podemos añadir condiciones, incluso geográficas.
Como, por ejemplo: si alguien compra un producto y es de Madrid le puedes invitar a un evento automáticamente.
Las opciones son impresionantes y se me ocurren miles de ideas. Desde dar “créditos” a los alumnos que terminen el curso en poco tiempo, o a los que se apunten a ciertas listas, a descuentos personalizados en función de la ciudad o de los productos que compren.
El editor de los flujos de automatización no es de los mejores que he visto, pero…
Su poder radica en que lo tenemos todo en el mismo sitio. Y esto da mucho juego.
Simplero cumple con la GDPR y permite, muy fácilmente, adaptar los formularios al cumplimiento de la legislación. Hasta explican cómo cumplirla con un diagrama sencillo:
Para gente que quiera:
Si vas a hacer a una automatización sencilla, se te puede quedar grande. Cierto es que el tener más posibilidades nunca está de más, claro.
Lo que más me ha gustado es que puedes personalizar todo, funciona genial y puedes preparar un sistema de lo más completo de forma muy fácil.
Tener todo integrado suele tener un coste elevado, no en este caso. Sale más barato tener Simplero que Leadpages y una solución de Marketing Automation cualquiera.
Lo mejor:
Lo peor:
El precio básico no incluye cursos, ni venta de productos. Pero podría ser un reemplazo a un Leadpages y una plataforma de marketing automation.
Imagen de portada de David van Dijk en Unsplash
Hola Iván; me encanto tu articulo, interesantes estas plataformas, sobre todo cuando inicias, un proyecto,